Extracto de la entrevista realizada a José Mª Sainz de Vicuña por la revista EmpresaActual, con motivo de la publicación del libro “Emprendimiento en la práctica. Cómo las amenazas permiten reinventarse” y publicada el 21 de Octubre de 2020
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¿Cuáles son las habilidades directivas que destaca en su libro?
Nuestra experiencia nos ha enseñado que sin liderazgo y sin equipo no puede haber éxito en la estrategia empresarial. El desarrollo de un liderazgo fuerte que sea capaz de empujar el cambio en la dirección marcada por las líneas de actuación propuestas en el plan estratégico es totalmente necesario, tanto como que el líder cuente con una estrategia claramente formulada, enfocada y compartida por toda la organización, especialmente por su equipo de dirección.
El líder comprometido con el negocio y su gente buscará hacer equipo, involucrando a las personas en la definición de la estrategia; fomentará el desarrollo de las personas y sus capacidades, buscando el desarrollo del talento y asegurando que el conocimiento sea compartido por todos; impulsará actitudes y comportamientos que favorezcan el cambio, el emprendimiento, la proactividad, la flexibilidad y polivalencia de las personas; y orientará las actuaciones de las personas hacia las metas que persigue la organización. Todo ello en consonancia con lo que EFQM (Fundación Europea para la Gestión de la Calidad) espera de una gestión excelente: desarrollar la capacidad de la organización, aprovechar la creatividad y la innovación, liderar con visión, inspiración e integridad, gestionar con agilidad, alcanzar el éxito mediante el talento de las personas, mantener en el tiempo resultados sobresalientes, y añadir valor para sus clientes, crear un futuro sostenible.
También considera que la innovación, la función de dirección, la cultura emprendedora y la introducción de cambios son los cuatro pilares del emprendimiento. ¿Nos habla de ello?
La innovación es condición necesaria pero no suficiente para garantizar la supervivencia de una empresa o de un proyecto empresarial. A nuestro entender, la innovación es uno de los cuatro pilares básicos del emprendimiento. También es necesario ejercer las funciones de Dirección (planificación, organización, dirección, coordinación y control), la puesta en marcha de una cultura emprendedora e introducir en la organización los oportunos cambios. De ahí que, hasta que se convierte en un negocio exitoso, tenga que atravesar etapas tan difíciles como el denominado “valle de la muerte”.
Los hitos que no pueden faltar a la hora de emprender con éxito una aventura empresarial son:
- Haber detectado una oportunidad de negocio, normalmente, una necesidad de mercado insatisfecha.
- Convertirla en una idea de negocio. Para que no sea una idea demasiado pobre es muy útil diseñar su modelo de negocio: la suma de un segmento de cliente, una propuesta de valor, un canal de distribución para el producto o servicio, una estrategia de relación con el cliente, y la definición de las actividades clave, de los recursos clave, de las fuentes de ingresos y de su estructura de costes.
- Asegurarnos de que se trata de una idea de negocio innovadora.
- Demostrar que esa idea de negocio innovadora es viable.
- Realizar un plan de negocio, cuya evaluación se centra en cuatro pilares: capacidad de explotar una necesidad de mercado; capacidad tecnológica de la empresa; capacidad de gestión (equipo); y capacidad financiera de la empresa (estudiando la coherencia de los planes de inversión, sus necesidades financieras y su estructura de financiación).
- Preparar un investor deck para presentar a posibles inversores y/o prestamistas, con el fin de conseguir la financiación necesaria para la puesta en marcha y funcionamiento del negocio hasta que se pueda autofinanciar.
- Constituir la sociedad (si todavía no lo está).
- Puesta en marcha de la nueva sociedad, con un buen equipo y con los recursos necesarios para ejecutar el plan de negocio definido.
Para ello será necesario que el emprendedor intente desplegar ilusión, creatividad, vocación de liderazgo, habilidad negociadora, capacidad de convicción, tenacidad, capacidad de asumir riesgos, y orientación a objetivos. Además de habituarse a vivir en la incomodidad, tener siempre una actitud de punto de salida, actuar como filtro de conocimiento y como aplicadores del mismo, y colaborar con otras empresas y personas dentro de su ecosistema.